top of page

El fotógrafo oculto

Cartier-Bresson hoy de cumpleaños. Lo primero que llama la atención de este maestro, es que él se negaba a ser figura. En sus inicios no dejaba que lo fotografiaran, pero no por un asunto de humildad, sino por algo evidentemente práctico. El fotógrafo de calle debe cumplir un requisito primordial que roza lo obvio, no debe ser una celebridad. Debe ser invisible. Tal como el cazador del safari.  Las celebradas pantomimas de ocultación de Salinger o Pynchon para Cartier-Bresson son naturales. Recuerdo que William Burroughs quería ser invisible por lo mismo. El estilo de Burroughs es muy fotográfico.


Cartier-Bresson es el paradigma del fotógrafo Leica, cámara pequeña que él siempre se preocupaba de tapar con sus manos o incluso con un pañuelo. Esto da que pensar con respecto a los límites de ocultación. Si importa o no la presencia del observador- capturador (tema fundamental en el trabajo de campo de los antropólogos)


Hay dos tipos de fotógrafos, el que se oculta y el que se presenta. Robert Frank al contrario de Bresson era de estos últimos y Diane Arbus aún más, llegando en algunos casos incluso a ser amante de sus extraños modelos.


Robert Frank al fotografiar buscaba el "instante intersticial" (una especie de antifoto que no se preocupa mucho de los equilibrios) al contrario del depurado "instante decisivo" de Cartier Bresson.


Hoy con las cámaras de avanzada puedes lanzar una ráfaga de disparos a gran velocidad capturando todos los momentos posibles. La ilusión de la técnica igual se ve bonita. Esta es su condena. Los momentos fotográficos me recuerdan el juicio sobre los fotógrafos de revistas que hizo Houellebecq en El mapa y el territorio:


"Hacía ya mucho tiempo, por otra parte, que los fotógrafos exasperaban a Jed, sobre todo los grandes fotógrafos con su pretensión de revelar con sus negativos la verdad de sus modelos; no revelaban absolutamente nada, se limitaban a colocarse delante de ti y activar el motor de la cámara para tomar centenares de instantáneas a la buena ventura, lanzando risitas, y más tarde escogían las menos malas de la serie, así procedían, sin excepción, todos aquellos presuntos grandes fotógrafos, Jed conocía a algunos personalmente y sólo le inspiraban desprecio, los consideraba a todos igual de creativos que un

fotomatón".


¿Qué hubiese pensado Cartier- Bresson de una posibilidad radical de ocultación como por ejemplo sacar una foto solo con el iris ocular en una sociedad a lo black mirror? (Bertoni escribe en un poema que le gustaría sacar fotos solo apretándose la nariz) Seguramente no le hubiese gustado. La clave es ocultarse pero no desaparecer. Para desaparecer solo se deben hacer fotos mentales como hacia sus últimos años Doisneau, era viejo y tenía que cuidar a su mujer enferma. No tenía mucho tiempo ni ganas para salir con su cámara. Solo le bastaba mirar, elegir y retener la imagen mental para sí mismo. Lo mismo hizo Sergio Larraín en su retiro al valle del Elqui. Fotos mentales.

Con las frases no se puede hacer eso, a lo más se pueden tapar con un pañuelo. De esto se puede hablar otro día.




Comments


bottom of page